
La Terapia Cognitivo-Conductual surge hacia 1970, siendo la segunda generación de la Terapia de Conducta.
Su característica principal es que considera que la causa o determinante del comportamiento humano son los procesos y estructuras mentales internas, es decir, sus pensamientos, interpretaciones y atribuciones (aspectos cognitivos).
Motivos que provocaron un cambio de enfoque
- Resultados ineficaces con las técnicas conductuales de primera generación en el tratamiento de problemas afectivos como la depresión.
- Insatisfacción con la consideración de la conducta observable y el aprendizaje como única explicación.
- La influencia de la teoría del procesamiento de la información y de la teoría del aprendizaje social de Bandura, entre otras. Asume la existencia de una serie de procesos internos como atención, retención, producción y motivaciones entre el estímulo externo (input) y la conducta (output).
En la actualidad, se acepta una causalidad de la conducta multidimensional, aunque los elementos cognitivos siguen siendo centrales.
Características
Respecto a los tratamientos y técnicas, la Terapia Cognitivo-Conductual cuenta con gran apoyo científico habiendo demostrado su eficacia para numerosos trastornos y problemas psicológicos, ofreciendo muy buenos resultados. Se enfocan en cambiar los pensamientos y creencias irracionales de los pacientes para buscar alternativas más adecuadas.
Por ejemplo, la reestructuración cognitiva (identificación y modificación de distorsiones en el pensamiento), entrenamiento en habilidades de afrontamiento del estrés y técnicas de solución de problemas. Es fundamental en la Terapia Cognitivo Conductual la colaboración entre paciente y terapeuta, ya que el éxito del tratamiento dependerá en gran parte de la actitud activa del paciente a lo largo del proceso.
Finalmente, en los 90 surgirían las Terapias de Tercera Generación como un intento de resolver los problemas a los que se enfrenta la Terapia Cognitivo Conductual. Actualmente, se considera que la combinación de la Terapia Cognitivo Conductual y las terapias de tercera generación tienen una alta efectividad en el tratamiento de muchos problemas psicológicos.